jueves, 28 de mayo de 2009

GRUPO OPERATIVO

GRUPO OPERATIVO

Llamamos Grupo Operativo, a todo grupo en el cual la explicitación de la Tarea, y el accionar a través de ella, permite no sólo su comprensión sino también su ejecución.
En otras palabras dicho, en la dinámica grupal se tratará la Tarea (tema, ocupación, labor, etc.), la cual en un juego dialéctico, será desmenuzada, analizada y recompuesta en un movimiento cuya ordenación lógica, no puede reglamentarse de antemano, aunque sí prever estando en el movimiento; dicha Tarea alcanzará su racionalidad en la enunciación totalista de la misma, síntesis ya enriquecida por el grado integrativo que se dio a través de un pasaje entre lo afectivo y lo pensado.
Es decir, que la reestructuración lógica y su desarrollo es en todo un proceso, en el cual lo pensado va adquiriendo cuerpo, a través de lo afectivo con él ligado, en la verbalización y accionar grupal. Verbo y acción, se retraducen por pensamiento y afecto, ecuación en la cual cualquiera de los miembros primeros puede representar o indicar los elementos segundos.
Enunciando líneas teóricas que pueden ser ubicadas ante un grupo, y algunas de ellas son: la de la antropología, la de psicología y la de una gnoseología.
Antropología desde el momento que a través del movimiento grupal se implica el ser social que le permite al hombre ser hombre. Es decir, que a través de las relaciones interactuantes aparece la estructuración esencial del hombre como tal, en relación con otros hombres, haciendo o sea reconsiderando la Tarea.
En la psicología, el grupo posibilita su concretización. El hombre como individualidad es estructurado en una pluralidad a la cual reenvía, para ser comprendido. ¿Dónde se habla más de la familia, de los amigos o amigas, que en la entrevista psicológica individual?
Ese reenvío es para describirse o explicitarse, la misma individualidad nos enseña la multiplicidad originaria a la cual remitirnos y, de la cual partir para establecer las bases teóricas de una Psicología Concreta. Ante esta teorética, el grupo como elemento táctico-técnico, nos enseña y nos ubica frente al objeto concreto de investigación, del cual derivará toda la teoría de la abstracción que dará cuenta de la individualidad: a) Como abstracción, cuando es considerado como objeto aislado. B) Como realidad, cuando aparece como una instancia a la cual las interrelaciones le dan significado.
Todo esto nos envía a una perspectiva del Conocimiento y, la Gnoseología aparece ante el grupo y por el grupo, como un pensamiento cuya formalización se armó en el intercambio y cuyos contenidos son cadenas abiertas que se completan siempre con el otro.
Para nosotros el grupo operativo es la denominación que damos a un grupo en el cual la Tarea, elemento nuclear, es en su explicitación el elemento que posibilita su funcionar. Es decir, que sólo por la Tarea, a través de la Tarea, y con la Tarea, el grupo es grupo.
Se puede plantear una Tarea en lo explícito, pero ser otra la latente, puede haber concordancia entre ambas, y por último, ser ambas sólo partes de una unidad que será la real Tarea del grupo.
La necesidad de su enunciación es la posibilidad de determinar y de ahí significar, a partir de un presente, aquí ahora, todo el juego grupal. Repito, una vez establecida la Tarea, el grupo se ubica en un presente continuo (tiempo vivido), en el cual va adquiriendo significado lo pensado y lo sentido en él.
En el grupo aparecen hechos o circunstancias que son habituales y cuyas características deben ser detectadas ya que dependen de cada grupo, y que ahora paso a describir, porque de su visualización y conciencialización depende el funcionamiento y el alcance de la meta.
Estas circunstancias emergen ante la Tarea y por ella, y son denominadas por Pichón-Rivière resistencias al cambio, con su líder el saboteador, y todo un enjambre de relaciones que constituyen la conspiración.
Pero antes de pasar a esta situación es necesario hablar de emergencia y emergente en un grupo.
El emergente de un grupo es el sujeto que por su historicidad como individuo, ante determinados temas y/o determinados sentimientos, los denuncia en un momento del proceso grupal; esta denuncia adquiere la posibilidad de objetivarse al grupo frente a lo que ocurre y, el coordinador y el observador (la otra parte del grupo), puede señalar o interpretar dando contenido y forma sintética a lo hasta ahora sucedido, y el grupo pasa a otro momento.
De ahí que el emergente es uno de los elementos básicos, es el que marca los discontinuos, es el individuo que sale al paso del suceder grupal como parte comprometida del grupo, y elegida por éste en la interrelación para enunciar lo que está en juego, así su individualidad aparece significada en lo social, es decir, que su individualidad como intimidad se deshace frente a la tarea, para asumir su compromiso grupal y, rehacerse a través de aquella. Así, su historicidad adquiere actualidad sentida y pensada en el trabajo grupal, de lo cual puede fácilmente desprenderse el aspecto terapéutico del grupo operativo.
Al decir líder del progreso he designado al encargado de la otra parte del grupo: el grupo en la ansiedad ante el cambio adopta una defensa que es su disociación o dicotomía en dos partes, el subgrupo de retroceso, aparato conspirador; y el subgrupo de progreso, organización de avanzada.
El trabajo coordinatorio será el evitar el estereotipo de la situación y , que aparezca como polarización dilemática, y su pasaje a un diálogo intercambiante será posible con el señalamiento que establezca la unidad contradictoria, que haga el esclarecimiento de la situación planteando que ambos se están haciendo cargo de algo que pertenece a todos, y lo que en lo visible adquiere las apariencias de lo único, es sólo parte. La unidad está constituida por esas dos partes, de las cuales cada subgrupo asume una, en una complicidad latente que debe ser señalada por el coordinador, y que representa como el grupo trabaja la tarea.
Se hace necesario visualizar su función. El grupo constituido por 10-12 integrantes, tienen a su vez una coordinación y una observación.
Ambos son los encargados de que el grupo realice su labor, sus roles son de encargarse de los elementos básicos que van a encuadrar el desenvolvimiento del grupo. Tiempo-espacio aparecen como elementos primeros, pero con ellos ya emerge el elemento fundamental de sus funciones y que va a asegurar el pronóstico, es el esquema referencial. El esquema referencial del coordinador y del observador es el que va a asegurar el porvenir del grupo operativo.
Dicho esquema está constituido por la formación que tienen ambos y que dependen del aprendizaje efectuado por ellos, no sólo en su profesión sino también en su vida social. Así, el grupo operativo exige también del coordinador y observador una ubicación que está dada por el conjunto de experiencias previas.
Es en todo esta dialéctica en la cual se organizan y estructuran los aprendizajes del coordinador y observador del grupo operativo.
1. El coordinador tiene como labor interpretar o señalar lo que va ocurriendo. Se encarga de efectuar la enunciación que unirá la temática verbalizada con la dinámica de funcionamiento grupal, dando así un elementos de organización en la ansiedad en la cual está sumergido el grupo con el tratamiento del tema. Es el que debe mostrar la unidad, al señalar los elementos contradictorios que la constituyen, pero que emergen durante el suceder grupal, como partes alejadas entre sí y sin conexión.
2. El observador tiene como trabajo fundamental, el de organizar los elementos emergentes grupales, para poderlos devolver al grupo (lectura de emergentes 20 minutos antes de terminar la reunión), o para luego elaborarlos con el coordinador y reestructurar la perspectiva que ambos tenían del grupo y así comenzar la reunión siguiente.
La observación es una Tarea esencialmente de investigación mientras que en la coordinación su acento está puesto más en el operar. Ambas se complementan y constituyen planos distintos de trabajar de la parte coordinadora en el grupo. No se puede privilegiar ninguna pues no existe contradicción entre ambas, aunque sí complementariedad.
El observador puede también participar, observador participantes, dando señalamientos sobre la situación. Siempre esta participación debe darse dentro de los lineamientos del coordinador, pues es ante su campo de acción.
Operar no involucra operacionalismo, cuya reducción final al fisicalismo, lleva implícita desde un interactuar hasta una evaluación en modelos físicos que no responden a la realidad grupal. Las analogías antes dichas entre grupos y psicóticos, o grupos y microsociología, son posibles para este operacionalismo.
Adquiere vigencia en este momento abordar la problemática del cambio. La situación central en la cual se sumerge cada grupo al abarcar una Tarea, involucra la problemática del cambio. Una definición de cambio involucra el ir siendo o sea toda la posibilidad implícita de convertirse, de transformarse, asimilando los estímulos presentes.
Pero para asimilarlos primero y luego transformarse es necesario una línea sobre la cual efectuar este movimiento. La línea dirección tiene un proyecto, y es de todo esto que se estructura un sentido que así permite a su vez validar el cambio. Juego dialéctico entre lo que sucederá y lo que sucedió con su causalidad en espiral, en la cual el pasado influye sobre el futuro, pero éste a su vez da significado al pasado.
El proyecto concreto tiene un punto de partida, mediaciones que van apareciendo (objetivos parciales) y superobjetivos. Desde el punto de partida está el superobjetivo, ya casi construido, y que se funcionaliza casi al final.
Por otro lado es necesario más palabras sobre la información en el intercambio grupal. Aquí el diálogo con contenidos o formas particulares permite especificar y organizar el tratamiento de la Tarea y a su vez darle verdadero alcance. La posibilidad de dar y recibir información, y su reubicación o elaboración grupal, dependen del grado de ansiedad y de la flexibilidad de los esquemas referenciales en juego. De ahí que la coordinación deba ocuparse, de que las vías de comunicación no se hallen obstaculizadas, y la denuncia permanente de los ruidos, terceros de una situación triangular, permite al esclarecer la situación, el libre paso del menaje del emisor al receptor.
Debemos por último expresar lo siguiente, que desde ya habla de nuestro esquema referencial. Creemos que no existe Tarea sin grupo, y grupo sin Tarea, ambos son términos de una unidad que funda la conciencia de situación, pues es sólo desde aquí que puede ser enunciado un origen de la conciencia y un pasaje a la acción, ambos ensayados previamente en el grupo.
Sólo el grupo permite este ensayo, cada individuo dirá partes pero sólo a nivel grupal podrá ser reconocida la totalidad.

BIBLIOGRAFÍA

(*) Publicado en la Revista Ilusión Grupal Nº 2, UAEM, Cuernavaca, 1989
http://www.psicologiagrupal.cl/documentos/articulos/gope.htm

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